Educación Universitaria en Prisiones

Las prisiones: esos infiernos muchas veces deshumanizante. Sistema que se pronuncia de “corrección de la conducta”, y que muy pocas veces logra su objetivo, si no es que se produce el efecto inverso.


Es ahí donde se comienza a apreciar un poco de cielo de entre tanto encierro claustrofóbico. Los prisioneros, habitantes humanos, y muchas veces olvidados, deben, de alguna forma, agradecerles a las nuevas tecnologías, las posibilitantes de este programa que pretende reafirmar que la educación es un derecho de todos; y que les permite ganar ese tiempo perdido que significa el transcurso en pasión.


En Argentina, este programa nace en la década de los ’80, impulsado por la Universidad Nacional de Buenos Aires (UBA- ver programa), y que en aquel entonces funcionaba como un apoyo docente a alumnos de cursado libre. Esta universidad junto a la Universidad Nacional de Córdoba (UNC-ver nota) , continúan hoy día con esta practica.


En la Provincia de Santa Fe, la Universidad Nacional del Litoral (UNL ), en el año 2004 dio comienzo al plan de Educación Universitaria en Prisiones. La propuesta plantea un sistema novedoso, que se basa en la aplicación de las Nuevas Tecnologías y la implementacion del sistema de Educación a Distancia (UNLVirtual) al ámbito de la prisión, todo esto junto al apoyo de un grupo de coordinación.


Actualmente son dos prisiones en las que funciona el programa, el penal de Las Flores, ubicado al norte de la capital que cuenta con 580 detenidos y en la cárcel de Coronda con una poblacion de 1000 personas.


El eje del programa es que las personas privadas de su libertad puedan ejercitar el derecho a la educación, cuestión, que sin esta iniciativa, les era imposible.


En el primer año de vigencia del sistema, debido a la demanda, se inscribieron unos 34 alumnos, aunque luego el volumen bajó, en su mayoría, porque que la ley de educación no permite el ingreso a la instancia universitaria si no se tiene el secundario completo.


Con respecto a la constancia en el programa, mucha gente, que ha quedado en libertad, ha dejado de estudiar porque tenían otras necesidades. Pero otras han decidido seguir con los estudios, por lo que la Universidad les ha dado gran apoyo.


Para cumplir con dicho fin se realizo una inversión para equipar las cárceles con las nuevas tecnologías, esto significo la instalación de computadoras y los requerimientos necesarios tecnológicos (televisor, video, mesas de trabajo, sillas). Esto genera una nueva dinámica dentro de estos establecimientos.


Lo complejo se plantea cuando las personas privadas de su libertad deben enfrentarse a las nuevas tecnologías, que serán sus herramientas y su plataforma base para la formación. Esto es dificultoso porque el nivel educativo en las cárceles es muy bajo. Algunas personas, jamás en sus vidas, han tenido contacto alguno con este tipo de artefactos, otras si, pero en forma menor. Para ello existe un grupo de coordinación que tiene el objetivo de facilitar y enseñarle a los presos el manejo de la pc, esta ayuda se imparte en el primer año de la carrera.


Además de las clases virtuales, también el estudio se complementa con clases presénciales, lo que permite que las personas puedan salir de vez en cuando, sea para rendir un examen o para participar de encuentros, jornadas, etc.


El programa ya tiene su primer egresado: Luis Acosta, que comenzó el cursado detenido en la cárcel de las Flores. Ya en libertad continuó con los estudios y logró concluir la tecnicatura en Higiene y Seguridad Alimentaría.


Gracias al esfuerzo de Luis Acosta, se ha producido un entusiasmo en el resto de los presos, esto se debe a que quedo demostrado que lograrlo es posible!.

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